Las Leonas le ganaron 3 a 1 Holanda, con goles Carla Rebecchi (2) y Noel Barrionuevo, en la final del mundial de hockey sobre césped de Rosario 2010. Paumen, en el segundo tiempo, descontó para las europeas.
Todas las finales se juegan con nervios, se viven en la previa con mucha ansiedad, ilusión, también temor y más cuando un equipo que está en esa instancia es local.
La imagen de Las Leonas sin poder aguantar la emoción y llorando durante el himno nacional argentino, a minutos del inicio de la final, eran más que una muestra de lo que sentían en la previa.
Con esa carga salieron a jugar las dirigidas por el “Chapa” Retegui pero esa carga y esa ansiedad la transformaron en la cancha en presión y decisión de ser protagonistas de su final, la de su mundial y fue una buena determinación.
Cuando los espectadores se acomodaban en el repleto estadio de Rosario llegó el primer gol de Las Leonas, luego de una gran jugada de Soledad García por izquierda, tras una habilitación de Luciana Aymar, para que Carla Rebecchi debajo del arco mande la bocha al gol.
El tanto fue un desahogo para las chicas argentinas, tanto para las que estaban dentro de la cancha como para todos los que estaban fuera del campo de juego.
Las holandesas sintieron el impacto y también las sobrepasó el clima externo y tardaron mucho en reaccionar. Tanto fue así que en otro abrir y cerrar de ojos Noel Barrionuevo (6 goles en el mundial) marcó el segundo tanto de Las Leonas.
Esa diferencia no relajó a Las Leonas pero como se esperaba provocó una reacción de Holanda, que fue a buscar el descuento aunque prácticamente no tuvo chances (un solo corto en el primer tiempo) y cuando estuvo cerca del gol apareció la mejor arquera del mundial, Belén Succi.
En el segundo tiempo se jugó la verdadera final, la de los dientes apretados, la de los nervios y la de un verdadero clásico del hockey sobre césped femenino.
Holanda salió con todo a descontar y logró a través de su goleadora, Paumen, quien de corner corto le puso una cuota de nerviosismo que hasta ese momento no se había vivido en esta final en Rosario.
Pero de las chicas argentinas, en la adversidad, salió el “corazón de leona”. Con el alma jugaron las dirigidas por Retegui, con la clase de las Aymar, García o la arquera Succi, quizás la gran figura de la final.
Y con el corazón las argentinas fueron a pelear de nuevo el partido, para liquidarlo y otra vez, en una jugada con varios rebotes Rebecchi volvió a anotarse en el marcador.
Holanda se fue con todo a descontar pero no les alcanzó. Los minutos finales fueron un mar de lágrimas de Las Leonas, de la gente que colmó el estadio de Rosario para alentarlas y luego fueron todos festejos. Las Leonas campeón. Salud.
Formaciones iniciales
Argentina: Belén Succi; Noel Barrionuevo, Silvina D`Elía y Claudia Burkart; Mariana Rossi, Mariela Scarone y Mariné Russo; Luciana Aymar y Rosario Luchetti; Carla Rebecchi y Soledad García. Entrenador: Carlos Retegui.
Holanda: Joyce Sombroek; Sophie Polkamp, Wieke Dijkstra, Janneke Schopman y Maartje Paumen; Naomi van As, Minke Smeets y Eva de Goede; Marilyn Agliotti, Ellen Hoog y Lidewij Welten. Entrenador: Herman Kruis.
Estadio: Parque Habitacional Ludueña, de Rosario.
La imagen de Las Leonas sin poder aguantar la emoción y llorando durante el himno nacional argentino, a minutos del inicio de la final, eran más que una muestra de lo que sentían en la previa.
Con esa carga salieron a jugar las dirigidas por el “Chapa” Retegui pero esa carga y esa ansiedad la transformaron en la cancha en presión y decisión de ser protagonistas de su final, la de su mundial y fue una buena determinación.
Cuando los espectadores se acomodaban en el repleto estadio de Rosario llegó el primer gol de Las Leonas, luego de una gran jugada de Soledad García por izquierda, tras una habilitación de Luciana Aymar, para que Carla Rebecchi debajo del arco mande la bocha al gol.
El tanto fue un desahogo para las chicas argentinas, tanto para las que estaban dentro de la cancha como para todos los que estaban fuera del campo de juego.
Las holandesas sintieron el impacto y también las sobrepasó el clima externo y tardaron mucho en reaccionar. Tanto fue así que en otro abrir y cerrar de ojos Noel Barrionuevo (6 goles en el mundial) marcó el segundo tanto de Las Leonas.
Esa diferencia no relajó a Las Leonas pero como se esperaba provocó una reacción de Holanda, que fue a buscar el descuento aunque prácticamente no tuvo chances (un solo corto en el primer tiempo) y cuando estuvo cerca del gol apareció la mejor arquera del mundial, Belén Succi.
En el segundo tiempo se jugó la verdadera final, la de los dientes apretados, la de los nervios y la de un verdadero clásico del hockey sobre césped femenino.
Holanda salió con todo a descontar y logró a través de su goleadora, Paumen, quien de corner corto le puso una cuota de nerviosismo que hasta ese momento no se había vivido en esta final en Rosario.
Pero de las chicas argentinas, en la adversidad, salió el “corazón de leona”. Con el alma jugaron las dirigidas por Retegui, con la clase de las Aymar, García o la arquera Succi, quizás la gran figura de la final.
Y con el corazón las argentinas fueron a pelear de nuevo el partido, para liquidarlo y otra vez, en una jugada con varios rebotes Rebecchi volvió a anotarse en el marcador.
Holanda se fue con todo a descontar pero no les alcanzó. Los minutos finales fueron un mar de lágrimas de Las Leonas, de la gente que colmó el estadio de Rosario para alentarlas y luego fueron todos festejos. Las Leonas campeón. Salud.
Formaciones iniciales
Argentina: Belén Succi; Noel Barrionuevo, Silvina D`Elía y Claudia Burkart; Mariana Rossi, Mariela Scarone y Mariné Russo; Luciana Aymar y Rosario Luchetti; Carla Rebecchi y Soledad García. Entrenador: Carlos Retegui.
Holanda: Joyce Sombroek; Sophie Polkamp, Wieke Dijkstra, Janneke Schopman y Maartje Paumen; Naomi van As, Minke Smeets y Eva de Goede; Marilyn Agliotti, Ellen Hoog y Lidewij Welten. Entrenador: Herman Kruis.
Estadio: Parque Habitacional Ludueña, de Rosario.
Fuente: Telam
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