La primavera está al caer. Las temperaturas en gran parte del país ya superan los 20 grados y muchos comienzan a despojarse de la ropa para entregarse al sol. Sin embargo, hay algunas áreas que probablemente se resistan todo el verano a tomar color, mientras otras cambiarán rápidamente de tono, y por ende habrá que proteger más. Cómo prevenir quemaduras
Para algunas es la cola, para otros son los codos o las manos. Lo concreto es que siempre hay alguna parte del cuerpo que se resiste a tomar color por más horas y horas que se le dedique al bronceado. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por profesionales escoceses de la Universidad de Edimburgo.
De hecho los especialistas fueron más allá y sostuvieron en la publicación de su trabajo en el journal Experimental Dermatology, que definitivamente por más esfuerzo que se ponga –siempre por supuesto teniendo en cuenta las precauciones referidas a las horas en las cuales no es conveniente exponerse al sol y a los productos con los cuales es importante protegerse- “hay partes del cuerpo que tardan mucho más en broncearse que otras, pero además hay algunas que definitivamente nunca lo harán”.
Sombrero y protector en crema, dos aliados fundamentales para evitar quemaduras
Para la experiencia los investigadores sometieron a los voluntarios a seis sesiones de rayos UVA. Una semana después de concluida la última de esta serie, todos fueron examinados hallándose que, por ejemplo, en la parte posterior del cuerpo la espalda estaba mucho más bronceada que la parte de la cola.
“La parte interior de los brazos, al igual que las piernas también suelen ser más lentas, en comparación con la parte externa de los brazos o los hombros que por lo general se ponen colorados y se broncean rápidamente”, refirieron los investigadores.
“Siempre que hablamos del sol y la piel debemos tener en cuenta que el bronceado es un concepto estético que llevado a cabo con las precauciones necesarias puede proteger de las quemaduras por ejemplo, pero no de los efectos a largo plazo de la exposición prolongada a la radiación. Por eso hay que hacer hincapié en la importancia de evitar la acumulación innecesaria de sol”, expuso en diálogo con PRO-SALUD News, el doctor Javier Ubogui, médico dermatólogo, director médico de Psoriahue Medicina para la Piel.
“En cuanto a las diferencias, lo que es cierto es que hay algunas zonas del cuerpo que están expuestas los 365 días del año, en mayor o menor medida, a la radiación ultravioleta con lo cual si bien están más acostumbradas, toleran mejor el sol, y tienen más acumulación de color, también merecen más cuidado. Entre éstas se cuentan la cara, el cuello (tanto el escote como la parte posterior, el dorso de las manos y el antebrazo”, continuó.
“Así, también hay zonas muy sensibles como el dorso del pie o la parte posterior de la rodilla que aunque parecen inaccesibles si se queman pueden arruinar unas vacaciones. Por eso es vital protegerse para evitar las quemaduras”, finalizó Ubogui.
“Creemos que nuestro estudio es que las personas más allá de tener un solo tipo de piel tenemos muchas tonalidades o variaciones según la parte del cuerpo, y que además éstos reaccionan de manera diversa a los rayos ultravioleta, por lo que los cuidados y la protección que requieren son también distintos”, manifestó el doctor Jonahtan Rees, profesor de dermatología y coordinador de la investigación.
“Pero que una zona demore más en broncearse no quiere decir que sea inmune a los efectos de la radiación que son sumamente dañinos. Por eso siempre hay que tener en cuenta las dos medidas esenciales de cuidado: la no exposición en las horas peligrosas o de mayor intensidad (entre las 12 y las 15 horas aproximadamente), y la utilización de protectores solares con un elevado factor”, aclaró el especialista.
“Esto es muy importante sobre todo en el rostro (orejas incluidas) y las manos que son las zonas más propensas a contraer cáncer de piel”, concluyó Rees.
Algunos consejos útiles
Broncearse es una actividad placentera que está ligada a la vida al aire libre y también a la energía que el organismo necesita para realizar algunas funciones fisiológicas. Sin embargo, debe hacerse responsablemente.
Para eso es necesario tener en cuenta los principales consejos de los especialistas como el doctor Fernando Stengel, jefe de la sección Dermatología del Departamento de Medicina Interna del Instituto Universitario Cemic, quién postuló que “la primera pauta a considerar es el horario de la exposición, para lo cual es importante mirar la sombra”. Mientas ésta no sea más corta que la altura de quién desea tomar sol, el peligro es menor.
Por otro lado también suele ser útil llevar algún tipo de sombrero, viscera o gorra para no exponer el rostro excesivamente, y por supuesto aplicar en forma permanente, anticipada a la exposición y reiterada el protector solar correspondiente a cada tipo de piel, para lo cual hay que considerar el fototipo.
Fuente: Infoabe
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