Después de que la Justicia argentina considerara que la celopatía es causal de divorcio, se desencadenó una intensa polémica sobre las características de aquellos que no logran controlar sus celos y oprimen a sus parejas.
Al respecto, Cadena 3 consultó a la psicóloga y docente María Marta Depalma, quien puntualizó: "Cuando la celopatía está bien diagnosticada se trata de una cuestión de estructura psíquica que funciona de ese modo. El mecanismo de pensamiento psíquico hace que los lazos afectivos tengan esa modalidad".
"Cuando la Justicia se expide lo hace en base a un diagnóstico psicológico. La celopatía siempre está orientada al objeto de amor", añadió.
Depalma sostuvo que "los celos surgen desde el nacimiento. Nacemos y ocupamos el tercer lugar, entre nuestros padres. Luego celamos a nuestros hijos, etcétera. Son normales mientras haya lazo afectivo".
"Todo esto depende de la conformación amorosa en el contexto familiar. La mujer exacerba, teatraliza, hace lío, mientras que los hombres en líneas generales son más reservados", sostuvo la psicóloga.
Por último, puntualizó que "el celo cero es indiferencia. Indiferencia es no decir. Hay muchos matrimonios que tienen esa modalidad. Ahí no hay nada, porque donde hay sexualidad y amor, hay quilombo".
El antecedente judicial
La Cámara Civil responsabilizó por el divorcio de una pareja al marido, debido a las "injurias graves" en perjuicio de la mujer originadas en los celos excesivos que le tenía a su esposa.
Así lo resolvió la Sala G del Tribunal, que determinó que la ruptura se debió a las "injurias graves del marido propinadas a su consorte", y de esa manera rechazó la culpabilidad de la mujer por el "abandono del hogar".
En la resolución, los camaristas Carlos Bellucci, Carlos Carranza Casares y Beatriz Areán recordaron la ocasión en que el marido dijo: "Reconozco que fui muy absorbente con el tema de los celos, muy celoso".
"Tal desmesura en los celos constituyó en la pareja una unión
fragmentaria que se sostuvo en un equilibrio precario, de no reciprocidad y no entendimiento que se dio no sólo en los últimos años, sino que persistió con la cualificación de habitualidad", sostuvieron los jueces.
"Estos elementos anómalos de la pareja en cuestión, fueron
sobrellevados durante años, y tal situación, redundó en la
sintomatología de ansiedad y depresión que advirtió el perito en la persona y psique de la esposa", señalaron.
Para los jueces, esa "celopatía bien pudo causar en la esposa esa neurosis mixta (ansiedad y depresión); sin llegar a la violencia física, existió otra forma de ella consistente en la presura psicológica que resulta más imperceptible".
Por último, concluyeron que "se la controla con celos enfermizos o habituales que la degradan y le provocan una suerte de maltrato psicológico".
Fuente: Infobae
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