Patricia se para frente a la góndola. Mira, casi estudia, el precio de las latas y puré de tomate. Descarta las marcas que no conoce y con esa primera selección se fija en el precio por kilo de cada producto para ver cuál le conviene. Así hace con cada uno de los artículos que compra cada 15 días para su familia.
Si tuviera la posibilidad, no se llevaría tres sino 10 ó 15 cajas para no tener que desembolsar un poco más en la próxima visita al supermercado. Entre julio y agosto, el puré de tomate aumentó más del cinco por ciento: unos 60 centavos. Y eso mismo pasa con la mayoría de los alimentos. La mujer ya sabe que lo que tiene hoy no le alcanzará el mes que viene. Suma esas monedas y se da cuenta de que los incrementos se llevan billetes.
En agosto ocurre lo mismo que desde hace casi un año: los precios se mueven hacia arriba. Según el relevamiento que realiza La Voz del Interior todos los meses en cuatro supermercados cordobeses (Carrefour, Walmart, Disco y Libertad), entre julio y agosto el changuito aumentó 1,03 por ciento promedio. La caída en algunos productos lácteos y en cortes de carne colaboró para que ese porcentaje no sea más alto.
Lo cierto es que hoy por hoy, una familia de cuatro personas necesita para adquirir los alimentos y productos de higiene y limpieza necesarios 1.291,17 pesos por mes. Ese valor representa más de la mitad (53,7 por ciento) de un salario neto promedio en Córdoba, según los últimos datos del Ministerio de Economía de la Nación, que es de 2.392 pesos.
Lo que más subió. En cuanto a los alimentos, las verduras y las frutas que hasta este mes venían moderadas, entre julio y agosto volvieron a subir un 5,6 por ciento promedio. Resulta que ahora las heladas son motivo de incremento. Mucha mercadería se perdió con el frío de este invierno.
En particular, cocinar con papa por estos días no es lo más conveniente. Esa verdura subió 24,2 por ciento en relación al mes pasado, y el kilo trepó a 2,57 pesos promedio.
La acelga también se incrementó un 19,2 por ciento. Le siguió el anco, con un 18,6 por ciento y la manzana, con una suba promedio de 15,6, entre los alimentos con mayor variación. Pero también aumentaron el tomate, la cebolla y la lechuga. En cambio, bajaron la zanahoria, la banana y la naranja.
Los productos de almacén se modificaron un uno por ciento, pese a que la yerba subió 15,8; el pan, ocho por ciento; los huevos, seis por ciento; el café, 5,6 y el puré de tomates, 5,1 por ciento.
En el sector de higiene y limpieza, también se registraron movimientos de precios, con un promedio de suba de 8,7 por ciento. Se encarecieron los pañales un 13,2 por ciento; también el jabón de tocador, el champú y el desodorante, que ya está en más de 10 pesos en uno de los supermercados.
Carne y lácteos bajaron. Las buenas noticias vienen del lado de la carne y de los lácteos, que bajaron 1,7 y 3,1 por ciento promedio, respectivamente.
En el caso de la carne, colaboró la caída en el precio del pollo fresco, que ahora cuesta 8,45 pesos promedio el kilo. Reapareció en las góndolas con precio subsidiado. También bajó la nalga. El resto de los cortes se mantuvo estable.
En cuanto a los lácteos, ocurrió algo parecido. Los paquetes de manteca de 200 gramos que no se encontraban en los súper están volviendo. El precio de ese producto en relación al relevado el mes pasado -un sustituto- es 15,9 por ciento más barato. En promedio, los lácteos bajaron 3,1 por ciento en un mes.
Los precios, según la Defensoría
Alza moderada. En julio, la canasta subió 0,44 por ciento respecto al mes anterior. En lo que va del año, la canasta básica de alimentos se incrementó en casi un 20 por ciento, según el relevamiento que realiza la Defensoría del Pueblo de Córdoba.
En pesos. La canasta básica para una persona adulta llegó a los 311,85 pesos. La canasta total, que incluye otras necesidades esenciales además de los alimentos, trepó a 676,72 pesos.
Segundas marcas. La reaparición de segundas y terceras marcas amplió la oferta que hasta el momento estaba restringida a una única marca.
En baja. La carne molida bajó 4,65 por ciento; los quesos frescos, 5,58 por ciento y el queso crema se desplomó 3,51 por ciento.
Fuente: La Voz
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