Bien sabido es que el tabaquismo es una adicción. Lo que pocos que se inician en el vicio deben conocer es la dificultad para abandonarlo. Un especialista dijo a Infobae.com cómo se ven afectados los “fumadores pasivos” y habló de la importancia de los ambientes libres de humo
Pese a que ocurre cada vez menos, el cigarrillo solía ser la única adicción socialmente aceptada. Con la proliferación de los ambientes libres de humo y la toma de conciencia acerca de los perjuicios que acarrea el tabaquismo en los fumadores pasivos, muchos son los que se levantan de una comida, o piden permiso en casa ajena para salir a fumar.
Con motivo de participar del 5º Congreso Argentino Tabaco o Salud, que se desarrolló en el país, Infobae.com dialogó con el doctor Carlos Andrés Jiménez Ruiz, jefe de la Unidad especializada en tabaquismo de la Comunidad de Madrid.
“Es difícil dejar de fumar porque el tabaquismo es una adicción y, en consecuencia, cuando el fumador quiere abandonar el consumo de tabaco sufre síndrome de abstinencia, que es el que le lleva a volver a consumir”, explicó el especialista, quien aconsejó que, por esa causa, “cuando un fumador quiere abandonar el tabaco debe encarar un tratamiento adecuado para combatirlo y de esa forma dejarlo definitivamente”.
Consultado acerca de las enfermedades poco conocidas que acarrea el tabaquismo, Jiménez Ruiz detalló que este mal promueve “tres tipos de problemas para la salud”:
* Enfermedades tumorales: una de las sustancias tóxicas presentes en el cigarrillo es el alquitrán, que es el que altera las células y hace que se desarrollen tumores. No sólo de pulmón, si no también de laringe, esófago, riñón, estómago, páncreas, entre otros. “Todos esos tumores están muy relacionados con el consumo de tabaco”, destacó el profesional.
* Otra de las sustancias tóxicas en el humo del cigarrillo es el monóxido de carbono, que es un gas muy tóxico. Es el que daña las arterias de los fumadores y ocasiona todos los trastornos cardiovasculares (angina de pecho, infarto de miocardio, todos problemas que aparecen en el fumador como consecuencia del monóxido de carbono).
* Hay otro grupo de sustancias llamadas sustancias oxidantes, entre ellas los óxidos de azufre y de nitrógeno, que dañan los alvéolos, los bronquios y desarrollan dos enfermedades muy frecuentes: la bronquitis crónica y el enfisema.
Así es que –en palabras de Jiménez Ruiz- existen tres grupos de enfermedades relacionadas al con el consumo de tabaco: pulmonares, cardiovasculares y tumorales.
Si bien esos males son más factibles de aparecer entre los fumadores, también los pueden padecer los fumadores pasivos.
“Cuando el fumador fuma, de su cigarrillo sale humo de tabaco; incluso antes de inhalar el humo parte se le escapa y ese humo va a afectar al medio ambiente y a los fumadores pasivos”, especificó el creador y director de la primera Unidad Especializad en Tabaquismo que existió en España, quien detalló que las patologías que afectan a los pasivos son las tumorales: “Un no fumador expuesto al humo del tabaco desarrollará cáncer de pulmón con el doble de posibilidades que el no fumador que no está expuesto al humo del tabaco”.
Otras enfermedades que desarrollan los fumadores pasivos son las cardiovasculares.
Cómo encarar el “abandono”
“El fumador debe saber que cuando haga un serio intento por dejar de fumar lo más importante será utilizar un tratamiento, porque así sus posibilidades de éxito serán más grandes“, aseguró el especialista, quien recomendó las terapias sustitutivas de nicotina como la mejor opción.
Entre sus cualidades, enumeró que pueden ser comprados (son de venta libre) y usados de acuerdo a las indicaciones del prospecto. “Si el fumador usa este tipo de tratamientos se multiplican por dos y hasta por tres las posibilidades de éxito en ese intento”, destacó Jiménez Ruiz, quien prefirió las pastillas a los parches por su sencillez a la hora de la utilización (se toman cada dos o tres horas o cuando se tengan muchas ganas de fumar).
¿Sirven los ambientes libres de humo? Ante la pregunta, el especialista fue contundente: “Ayudan mucho. Es importante que se tomen medidas que tiendan a fomentar los espacios libres de humo de tabaco. Un país que tiene desarrolladas medidas de ese tipo es un país en el que sus fumadores van a hacer un mayor número de intentos por dejar de fumar. Es un país, además, en el que cuando un fumador hace un intento por dejar de fumar sus posibilidades de éxito van a ser más altas. Ese tipo de medidas políticas del control del tabaquismo son efectivas”.
En ese sentido, destacó la “grave falla” que, a su entender, existe en su país, España: “En 2005 se aprobó una ley que regulaba el consumo de tabaco en los lugares de trabajo, pero no en bares y restaurantes”.
“En la actualidad, estudios demuestran que en los centros de trabajo el número de fumadores disminuyó significativamente, mientras que en los lugares donde la ley no regula el consumo, éste es igual al que había antes de la implantación de la ley“, consideró, al tiempo que aseveró que “por eso es importante que cualquier ley sea clara: debe prohibir el consumo de tabaco en todos los lugares públicos”.
Sobre si la Argentina debe adherir al Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMTC), Jiménez Ruiz opinó que “es importantísimo”.
“Sé que profesionales sanitarios argentinos, a través de sus asociaciones y colegios profesionales trabajan mucho para que el Gobierno ratifique el CMTC, lo cual sería muy importante para la salud pública del país”, dijo el especialista, para quien “que el Gobierno argentino ratifique el convenio permitiría poner en marcha medidas de regulación del consumo del tabaco, medidas de prohibición de publicidades a favor, medidas de incremento de campañas de prevención; una serie de medidas que todas juntas son complementarias y sinérgicas en favor de que los jóvenes no se inicien al consumo, los fumadores abandonen y los no fumadores se protejan”.
El lobby de la industria tabacalera
Acerca del rol del sector, subrayó que “su objetivo es mantener e incrementar las ventas de sus productos, para eso es fundamental que se les permita la publicidad de sus labores de tabaco, que los precios se mantengan bajos, que se permita fumar en todos los lugares públicos y que no se hable en demasía del tabaquismo pasivo”.
“Pues bien, todas las acciones que contempla el CMTC son directamente encaminadas a controlar cada uno de esos aspectos y en consecuencia a controlar el consumo de tabaco”, finalizó.
Fuente: Infobae
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