Al menos 12 personas murieron ayer y otras 32 resultaron heridas por el estallido de un coche-bomba en el centro de la ciudad de Ramadi, a 100 kilómetros al oeste de Bagdad, según fuentes del Ministerio del Interior iraquí.
El vehículo cargado con explosivos estaba estacionado cerca de un puesto de venta de combustible y de un control de la policía, explicaron testigos, que poco antes habían informado de la muerte de siete personas en este atentado.
La mayoría de los muertos por el ataque fueron civiles que hacían fila afuera de una oficina de correos para cobrar un subsidio para carecientes, dijeron funcionarios locales.
Entre los fallecidos también había dos policías, mientras que entre los heridos se hallaban siete guardias de seguridad encargados de la vigilancia de la estación de servicio.
La explosión de Ramadi se produjo un día después de otro ataque en la sureña ciudad de Basora, donde explosiones en un mercado mataron el sábado a la noche a por lo menos 45 personas e hirieron a unas 185, según informaron la policía y funcionarios de salud.
La violencia en Irak ha aumentado en el último mes en momentos en que Estados Unidos prosigue la retirada de sus tropas del país, que sería completada para fines de agosto, cuando solamente 50 mil soldados deberán quedar en el país ocupado.
El incremento en la violencia y la retirada estadounidense aumentaron las dudas sobre si las fuerzas de seguridad iraquíes son capaces de impedir que los extremistas desestabilicen más al país en un momento de incertidumbre sobre quién formará el próximo gobierno.
El primer ministro iraquí saliente, Nuri al Maliki, aseguró ayer que el retraso en la formación de un nuevo gobierno, tras las elecciones del pasado 7 de marzo, no dañará la seguridad de su país, ni afectará la lucha antiterrorista.
"Las fuerzas armadas iraquíes están listas para hacerse cargo de la seguridad de su país cuando Estados Unidos retire una gran cantidad de efectivos", dijo a su vez el general Ray Odierno, comandante estadounidense en Irak.
En tanto, acerca de la cadena de ataques del sábado, el director del departamento sanitario de la gobernación de Basora, Riad Abdelamir, informó que fueron recuperados 45 cuerpos, mientras se reportaron al menos 185 heridos.
Entre las víctimas, había mujeres y niños. El ataque fue en el mercado de Al Ashar, en el centro de Basora, y las fuertes detonaciones provocaron importantes daños en edificios cercanos y dejaron atrapadas a varias personas dentro de los comercios.
Fuente: La Voz
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